Iris López Montes
La decoración en el hogar es una de las
labores más esperadas y más complicadas que debemos tomar. Ilusión por todo lo
que ello conlleva no falta pero desesperación en el proceso tampoco. A veces no
es sencillo conseguir encajar a la primera todas las piezas del puzzle, pero el
camino no tiene por qué ser negativo. En este reportaje las alfombras serán las
protagonistas y, a lo largo y ancho de las hojas, estas letras intentarán
desvelar los secretos que componen estos cuadros del suelo para conseguir, así,
el más bello y gratificante resultado. Pieza a pieza. Palmo a palmo. Con
paciencia y con marcha. Descubriendo en cada letra, en cada frase, en cada párrafo,
el amplio y fascinante mundo de las alfombras, con todas y cada una de sus
posibilidades. No lo pienses más: abre
la caja, lee las reglas y crea tu propio puzzle.
Nos encanta leer poesía, escuchar
diversas melodías, ver obras de arte, saborear lo exquisito, sentir emociones
intensas y bonitas... En definitiva, nos encanta admirar y atrapar lo bello,
hacer preso a lo divino y a difundirlo con la cabeza alta gracias al aire. Nos
encanta esclavizarnos a la idea de un mundo perfecto que intentamos conseguir
siempre mirando al horizonte, siempre caminando en la misma dirección, sin
saber que a lo mejor lo perfecto lo hemos dejado empaquetado tiempo atrás, sin
saber que la belleza puede ser inferior. Sin saber que la belleza a veces
tímida, reservada y que no quiere llamar la atención. Porque a veces vivimos
sin sentido alguno. Porque a veces solo miramos el más allá sin darnos cuenta
de lo que tenemos alrededor. Porque a veces la belleza se encuentra debajo
nuestra para hacer que cada pisar de nuestra existencia tenga un trazo
especial.
En
lo abstracto, hablando de la vida en general, no es sencillo conseguir ese
trazo especial, no es sencillo transformar todas las pisadas en alegría. Pero
esto es solo hablando de la vida. Cuando el problema se va concretando y se va
delineando con mayor perfección, conseguir el trazo especial va perdiendo
dificultad.
Por
eso lo primero que vamos a hacer es acotar lo genérico en un campo concreto
llamado hogar. El hogar es una parte fundamental del ser humano, es donde va a
crecer, a madurar como persona y a convertirse en un ser único e irrepetible.
En el hogar es donde el ser humano vivirá
las emociones más intensas y es donde creará su vida particular, con sus
reglas, sus gustos y sus propios habitantes. Pues bien, refiriéndonos
exclusivamente al hogar el trazo especial de nuestro pisar no es difícil de
conseguir.
Cuando
nos mudamos a una casa nueva y tenemos que realizar la labor de adornarla de
cabo a rabo, o cuando estamos cansados de la nuestra y le quedemos dar un aire
nuevo nos volvemos locos pensando en cómo dejarla. Nos volvemos locos buscando
aquello que sea lo suficientemente bello como para saciar nuestro apetito de
compra.
¿Y
por qué nos volvemos locos? Porque nos solemos fijar siempre en el horizonte,
nos solemos fijar en aquello que ocupe nuestra altura. Muebles, cojines,
adornos... Nos centramos en todas esas cosas sin caer en que a veces el cambio
que buscamos se encuentra bajo nuestros pies. Una simple alfombra que aporte un
nuevo color y textura a veces es más que suficiente, pero pocas veces optamos
por observar de arriba a abajo el problema. Texturas, tejidos, bordados,
colores, tamaños, precios... Un sin fin de oportunidades para personalizar el
suelo del hogar.
Alfombras y sus variedades
Técnicamente
el término alfombra tiene más de un significado. La Real Academia de la Lengua
Española (RAE) le atribuye tres: 1. Tejido de lana o de otras materias, y de
varios dibujos y colores, con que se cubre el piso de las habitaciones y
escaleras para abrigo y adorno. 2. Conjunto
de cosas que cubren el suelo. 3. Sudadero,
normalmente de lana, que se pone a las caballerías.
Pero
el uso de la alfombra tal y como lo conocemos ahora y tal y como la RAE lo
describe en sus dos primeras definiciones no fue conocido en Europa hasta el s.
XVIII, ya que anteriormente se colgaban en la pared a modo de tapices o
solamente cubrían mesas para darlas poder. Pero gracias a las rutas comerciales
y a la introducción de las alfombras persas se empezó a utilizar la alfombra
con el sentido y la función que conocemos hoy en día.
Las
alfombras, como casi todo, tiene sus variedades. Es importante saber el tipo de
alfombras que existen en el mercado actual porque hay diferentes maneras de
fabricarlas. Cada una de ellas tiene sus ventajas y desventajas y, por ello, el
que conozca las diferencias y las características básicas de las mismas le será
más fácil elegir este elemento acorde con la función deseada.
Las alfombras se agrupan básicamente en dos clases, ya que son las que cubren más del 90% del mercado mundial. Estas son las alfombras de pelo cortado y las alfombras de estilo bouclé. Aunque debido a la experimentación y al éxito en ventas de este elemento hogareño ha surgido un nuevo estilo que combina ambos procesos y que se conoce como alfombras de pelo cortado/bouclé.
1.
Alfombras de pelo cortado: se fabrican cortando o rasando las puntas superiores de las lazadas del hilado. Con
este método se logra una superficie homogénea
que puede adquirir diferentes texturas, torsiones, alturas, densidades y colores. Son muy populares porque logran
crear una sensación de gran calidez y
confort. La duración de este tipo de moqueta dependerá del tipo de fibra utilizado
y de la densidad y torsión del hilado.
2.
Alfombras de estilo bouclé: en este tipo de construcción, las puntas de las
lazadas no se cortan, si no que
se dejan intactos, formando así una superficie resistente
y texturizada que puede formar diferentes diseños muy agradables a la vista. Como regla general, este tipo
de alfombras son muy duraderas y resistentes,
aunque dicha duración se verá afectada por el proceso que se lleve a cabo durante su contrucción.
3.
Alfombras de pelo cortado/bouclé: en esta combinación, algunas puntas de las lazadas se cortan y otras no. Esto
da lugar a una gran variedad de combinaciones
y texturas que también son muy gratas a la vista. Aunque
son muy atractivas a la vista,
esta combinación potencia las debilidades de ambas construcciones. Salvo algunas excepciones, no son muy
recomendables para lugares de
mucho tráfico y desgaste, ya que, por su proceso de contrucción, su duración no es demasiado larga.
El proceso de construcción de la
alfombra, es decir, la densidad y la torsión del hilado y la elección de la
fibra serán los factores que marcarán la esperanza de vida de la moqueta. Por
esta razón es importante saber a que hace referencia cada uno de estos
factores, ya que así podremos comprar la alfombra en relación a nuestras
expectativas.
La densidad del hilado es el
factor más deseable, ya que mide lo cercanas o distantes que están las puntadas
de la fibra que fueron incluidas en la fabricación de alfombras. Este dato,
fuera de la fibra, es uno de los mejores índices para medir la calidad. Una
alfombra de alta densidad deberá tener como mínimo 8 a 9 puntadas por cm2.
Una densidad del hilado elevada tiene ventajas tales como un desgaste lento y una limpieza sencilla. Por esto, la densidad es de vital importancia para todo tipo de alfombras, pero es especialmente necesario en las de pelo cortado. Por otro lado, una densidad baja, es sinónimo de una vida corta y fea. Para poder apreciar dicha densidad en el momento de la compra bastará con doblarla en forma de U y ver lo cercanas o distantes que están las puntadas. Para que una alfombra cumpla el requisito de alta densidad, al doblarla, no deberá verse la base.
La torsión del hilado, en
cambio, indica la cantidad de veces que las hebras han sido torcidas y fijadas
entre sí por un proceso de calor durante la fabricación. Una buena torsión
requiere de dos o mas vueltas por cm para que sea efectivo. La torsión da a la fibra un efecto de
resorte.
Por lo tanto, mientras mayor el
número de torsiones, mayor será la fuerza que tendrá para buscar su posición
original. Contribuye también a la integridad de la moqueta. Cuando la torsión
es baja, las puntas de las fibras se abren produciendo la deformidad de la
moqueta en su superficie. Una torsión elevada mezclado con una elevada densidad
del hilado dará lugar a una buena alfombra con una larga esperanza de vida.
Además, si en esta combinación se añade la utilización de un pelo corto
alargaremos un poquito más la esperanza de vida de dicha moqueta.
El último elemento, y el más
importante, que afectará a la durabilidad de la alfombra es el tipo de fibra
utilizado para su elaboración. La fibra marcará directamente la diferencia
entre una moqueta que dure muchos años a otra que solo mantenga su apariencia
unos pocos meses. Incidirá también en la resistencia de las manchas y, por
extensión, de su desgaste. Las fibras más utilizadas hoy en día son: el nylon
6, el nylon 6,6, el polipropileno, el poliester, el acrílico y la lana.
Una fibra buena retendrá la
apariencia original de la alfombra el mayor tiempo posible. Pero... ¿Cómo se
sabe cuándo una fibra es buena? En verdad nunca se puede llegar a saber al
100%, pero si hay unas cualidades que ayudan a hacerse una idea más o menos
aproximada. Estas cualidades son las siguientes:
_ La resiliencia, es decir,
la habilidad de las fibras de alfombras para volver a su posición vertical
después de haber sido comprimidas temporal o prolongadamente por alguna carga.
_ La resistencia a la abrasión,
es decir, la capacidad de las fibras de alfombras para no rayarse ni opacarse
con facilidad debido al efecto abrasivo producido por la acción del tráfico y
el polvo.
_ La facilidad de limpieza y
suavidad, es decir, la capacidad de las fibras de alfombras para soltar con
rapidez todo tipo de suciedad durante el proceso de limpieza y mantenimiento.
_ La resistencia a la
decoloración, es decir, la aptitud de las fibras de alfombras para retener
la fuerza de los colores a pesar de su uso y de los elementos utilizados para
su limpieza y mantenimiento.
_ La resistencia al teñido,
es decir, la capacidad de las fibras de alfombras para no quedar
permanentemente teñidas por la utilización de elementos colorantes.
A pesar de comprobar estos factores
nunca se puede llegar a saber al 100% la calidad de la fibra de alfombra,
aunque si que es verdad las moquetas que suelen tener mejores resultados y
suelen durar más son las elaboradas en nylon o lana.
La elección de la alfombra ideal
Una vez familiarizados con los
factores que componen y afectan a las alfombras queda la complicada labor de escoger
una que se ajuste a nuestros gustos, a nuestras expectativas, que tenga las
dimensiones y el diseño esperado y sea de buena calidad. Un cocktail que no se
consigue con facilidad pero que con paciencia se consigue saborear.
Lo primero que hay que tener claro a
la hora de comprar una alfombra es las dimensiones que tener y el sitio que va
a ocupar, aunque si es cierto que hay empresas que las fabrican a medida para
complacer de la mejor manera al cliente. El lugar que ocupará también es
importante, sobre todo para la elección del grosor y de los colores. Si la
alfombra va a colocarse en un sitio muy transitado los colores cálidos deben
quedar descartados.
Lo segundo a tener en cuenta es el
diseño y el trazado, es decir, si la queremos con dibujos específicos, de un
solo color, de una determinada forma... Esto también se verá afectada por su
lugar de ocupación, ya que no es lo mismo escoger una alfombra para un niño que
una alfombra para una entrada.
Lo tercero y último a tener en
cuenta será el precio, ya que una alfombra muy personal supondrá un mayor gasto
que una alfombra sencilla. La elaboración y el diseño afectarán directamente al
precio, por lo que debemos de tener un croquis bastante definido para no
enloquecer en el momento de la compra.
Cientos y cientos de posibilidades.
Para todos los gustos, para todas las personas y para todas las casas. Las
alfombras han sabido afianzarse muy bien en la sociedad y por ello el mercado a
día de hoy es tan extenso. Hogares y empresas visten el suelo de sus recintos
para darle un toque personal y diferente. Además, con la llegada del frío, ¿a
quién no le gusta llegar a casa, quitarse los zapatos y andar descalzo por la
suavidad y el calor de las moquetas? Porque a veces las buenas costumbres se
pueden disfrutar todo el año. Porque a veces la originalidad se encuentra
agachando la mirada. Porque a veces la belleza se puede ver y sentir bajo los
pies.
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