MEDICINA BÁSICA DE MONTAÑA
Poner prevención a tu vida, salva vidas.
Técnico en Emergencias Sanitarias (T.E.S).
Llegamos a diciembre, como no, mes de fiestas navideñas, frío
y las primeras precipitaciones de invierno... un marco perfecto para muchos
madrileños que deciden aprovechar para salir al campo y a la montaña. Una buena
pateada por la sierra y una buena comida en muchos de nuestros pueblos, pero
sin olvidarnos de las precauciones que tenemos que tener al realizar estas
actividades, a continuación una guía básica para excursionistas, montañeros,
alpinistas y sobre todo para la gente no habituada a estos deportes.
La Prevención: la base de todo.
La primera regla a tener en cuenta en actividades de esta índole
es muy sencilla, no acometer nunca actividades que superen nuestra forma
física, conocimiento técnico o capacidad de material. Elegir el recorrido en
función de las necesidades físicas del grupo así como mantener una dieta y
beber abundantes líquidos sin alcohol durante la travesía, estas son algunas de
las prevenciones a tener en cuenta, así como llevar un botiquín y sobre todo
saber utilizar sus componentes y avisar a una persona que no participe en dicha
ruta, del objetivo de la actividad a
realizar, cuándo será y dónde.
Las intoxicaciones: un mal menor pero no por ello menos importante.
Un problema tan sencillo en zonas de población puede ser un horror
interminable en la montaña, algo tan sencillo de evitar como cuidar lo que
ingerimos, evitar comer cosas que sospechemos que estén en mal estado, o beber agua
de zonas encharcadas, calientes o con olor y siempre el
agua de superficie que es la más limpia y la que menos sedimentos lleva así
como ante la duda aplicar pastillas potabilizadoras. En caso de intoxicación la
evacuación es obligatoria, intentar mantener al afectado lo mas hidratado
posible y si es posible suministrarle suero oral, formado de un
preparado que venden en farmacias y agua y evitar cualquier ingesta solida.
La Altitud: un peligro que muchos desconocen.
Dependiendo de cada persona, los síntomas por
la altura podrán hacerse presentes desde los 2.500 metros, aunque lo
habitual será que se manifiesten a partir de los 3.000.
Posiblemente la primera manifestación por altitud sea el cansancio
del afectado, aun realizando actividades de poco desgaste físico. Para evitar
que el llamado Mal de Altura se nos complique, tendremos que tener en
cuenta unas fáciles consideraciones, tales como: cuáles son sus síntomas y en
qué grado nos están afectando.
1º Síntomas leves: Dolor de cabeza, que desaparece con
Aspirina o Paracetamol, náuseas y malestar general, ligeros mareos, insomnio
leve.
2º Síntomas graves: Dolor de cabeza intenso que no
desaparece con analgésicos, náuseas y vómitos, mareos, descoordinación,
alteraciones visuales, respiración agitada, alteración del pulso, hinchazón en
piernas o alrededor de los ojos, disminución de la cantidad de orina,
desorientación y/o confusión.
A continuación una tabla
básica de valoración:
-Dolor leve de cabeza: 1 punto.
-Náuseas o pérdida del apetito: 1 punto.
- Insomnio: 1 punto.
- Vértigo: 1 punto.
- Dolor de cabeza resistente a la aspirina: 2 puntos.
- Vómitos: 2 puntos.
- Falta de aire (disnea), en reposo: 3 puntos.
- Fatiga anormal y persistente: 3 puntos.
- Oliguria (falta de orina): 3 puntos.
Puntuación
|
Estado
|
Tratamiento
|
De 1 a
3 puntos.
|
Mal de
altura:Ligero
|
Aspirina
o Paracetamol
|
De 4 a
6 puntos.
|
Mal de
altura:Moderado
|
Aspirina,
reposo y suspensión de actividad.
|
Más de
6 puntos.
|
Mal de
Altura:Grave
|
Descenso
inmediato del enfermo.
|
El frío y sus consecuencias.
Las partes expuestas al frío, cursan de forma curiosa, con una
primera fase de intenso dolor y enrojecimiento, para más tarde dejar de doler y
comenzar a cambiar de color hacia el blanco, y más tarde al negruzco, junto con
la insensibilidad de la zona afectada. En caso de la primera fase de congelación cambiar al afectado de
ropa por una seca y limpia y que guarde descanso en una zona cálida, puede
administrarse aspirina o ibuprofeno, así como realizar baños de agua tibia, a
la que se le añadirá Betadine o similar. En todo caso se hace indispensable
evacuar al afectado a un centro médico para su tratamiento pues es imprevisible
como puede evolucionar una lesión por hipotermia. El recalentamiento en casos
de mayor gravedad no debe intentarse hasta que se esté en un centro médico.
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