Diseño natural para un mundo vegetal
Iris López Montes
El mundo vegetal es muy complejo. Tiene muchos cuidados y muchas
posibilidades. Es un organismo vivo y como tal necesita ser mimado. Siempre hay
que estar pendiente del mismo y de saber el funcionamiento del mismo
dependiendo de la época del año y del clima. Pero el jardín no solo es trabajo,
trabajo y más trabajo, ya que también tiene labores de diseño y decoración muy
interesantes y entretenidas. Rocallas,
setos, plantas, fuentes, estanques, piedras... un sin fin de opciones que solo
hay que conocer para saber cual es el que más nos gusta y se acopla a nuestro
espacio. Conoce el clima y las posibilidades que tienes y pinta el cuadro a tu
gusto. Descubre el mundo del diseño natural y fascina al mundo.
El jardín
es un organismo vivo que hay que cuidarlo durante todas las épocas del año. Es
nuestro descanso exterior y a veces lo primero que se ve, por lo que tendrá que
estar en condiciones y lucir un buen aspecto. No solo hay que mimarlo con su
higiene personal, si no que también hay que vestirlo y decorarlo.
El mes de abril es un buen mes para
llevar a cabo labores decorativas y conseguir que nuestro jardín luzca
perfecto. Hay que tener en cuenta que el jardín es un espacio muy complejo, por
lo que debemos conocerlo bien y debemos imaginar bien lo que queremos conseguir
para así llevar a cabo el diseño que luego nos sacará una sonrisa. Hay que
conocer bien los espacios y saber en que lugar se pueden incluir cada cosa, ya
que el tipo de espacio va a determinar la propuesta. No es lo mismo el jardín de
un ático que el jardín de una parcela. Por eso, nosotros vamos a fijarnos bien en la orientación (soleamiento, sombras,
elección del tipos de plantas…), las vistas para determinar qué tapar, tamizar
o hacia dónde dirigir la mirada y ciertas condiciones más técnicas como el tipo
de terreno y composición, desniveles y topografía, clima (temperaturas y
heladas… etc.).
Otra de las labores que hay que
conocer es el tipo de mantenimiento que necesitan las plantas que incluyamos en
el jardín, así como el clima de la región, ya que modificará la elección de las
plantas. Los tres factores más importantes del tiempo y los más condicionantes
son las temperaturas, la lluvia y el viento.
Aparte del clima general de la
región, dentro cada jardín o parcela existen lugares con condiciones
ambientales particulares llamados microclimas. Es importante saber, por
ejemplo, que junto a un muro hay más humedad, sombra parcial o total, está
protegido de los vientos fríos... También hay que saber que debajo de un árbol
la planta recibe menos agua de lluvia o que una zona protegida o expuesta al
viento también constituye un microclima. El tema de las luces y las sombras es
muy pero que muy importante, ya que si controlamos este tema nos servirá para
ubicar bien las plantas de sombra en su zona correspondiente y las plantas que
necesitan luz en zonas a pleno sol.
A la hora de elegir las plantas no
solo hay que fijarse en el clima, si no que también hay que fijarse en el tipo
de cuidado que requieren. Esto será determinante. Escoger la planta adecuada
para nuestro jardín en función del uso que desempeña, la especie y variedad, su
situación dentro del jardín y las plantas que la rodean será fundamental.
También se pueden tener en cuenta factores como plagas y enfermedades para
intentar evitarlos.
Las
plantas que requieren menos mantenimiento son las autóctonas, por estar bien
acondicionadas a las características del lugar. También son especialmente
prácticas, desde el punto de vista del mantenimiento, las plantas de
crecimiento lento como pueden ser el boj, el madroño, el falso jazmín y las
coníferas en general, aunque también suelen ser plantas caras. Las plantas
suculentas, los cactus y las gramíneas también son plantas que requieren pocos
cuidados, aunque estas últimas suelen provocar muchas alergias.
En
general, antes de comenzar a planificar nuestro jardín tenemos que informarnos
bien. El jardín es un espacio más de nuestro hogar, y un buen jardín al aire
libre convierte a nuestra casa en especial y único.
Diseño con plantas
Las plantas son el elemento
principal a incorporar al jardín, ya que serán las encargadas de dar la vida,
la alegría y la belleza que el propio jardín requiere. Las hay de todos los
tipos, tamaños y colores, por lo que solo habrá que pensar en lo que nos gusta
para que la elección sea la correcta.
Los que carga un jardín y le da
forma son los setos. Éstos dan una belleza al jardín increíble, además que
según donde se coloquen tendrán un significado u otro, ya que pueden marcar un
camino, resaltar algo específico o marcar el territorio. Para esto vale
cualquier tipo de seto, ya sean setos geométricos tipo Aligustre, Pitosporo o
Coníferas o setos semilibres que dan flores en lugar de destacar por su forma.
Hay que saber también que los setos
y borduras tallados requieren un mayor mantenimiento, ya que ayudan a variar la
estética del jardín. Los setos bajos aromáticos quedan preciosos, como los de
Santolina.
Ya solo hay que pensar como queremos
el seto e informarnos bien, ya que no hay que olvidar nunca nuestra situación y
el clima. Según donde nos ubiquemos es
mejor decantarse por una opción que por otra. Por ejemplo, si vivimos al lado
del mar y queremos incluir setos en nuestro jardín hay que saber que hay especies
muy recomendables para plantar en este tipo de situaciones, ya que resisten muy
bien los vientos salinos. Algunos de estos tipos de arbustos son: Adelfa
(Nerium oleander), Aligustrina (Ligustrum ovalifolium), Arizónica (Cupressus
arizonica), Ciprés (Cupressus sempervirens), Lantana o Banderita española
(Lantana camara), Macrocarpa (Cupressus macrocarpa), Pitosporo (Pittosporum
tobira), Romero (Rosmarinus officinalis), Teucrio (Teucrium fruticans),
Transparente (Myoporumspp.)
Además de
setos también se pueden incluir otro tipo de plantas como arbustos, rosales o
incluso trepadoras. Los rosales dan mucha vida y mucha alegría debido a su
bonito colorido, aunque necesita el sol para vivir bien, sin excederse. Las
trepadoras, por su lado, son muy buenas para incluirlas en algún muro de la
casa demasiado soso o frío.
La Glicinia es
una trepadora ideal para cubrir pérgolas y arcos. La Hiedra para paredes sombrías. La Madreselva para cubrir vallas. Rosales trepadores a pleno sol.
Los hay con una sola floración fuerte en el año y otros reflorecientes, es
decir, que florecen más pero con flores más pequeñas. También queda muy bien un
arco de rosas delante de la casa que tenga la altura suficiente para que las
personas puedan pasar por debajo sin problema ninguno cuando hayan alcanzado su
máximo tamaño.
La Parra virgen cubre rápidamente una pared sin necesidad
de fijaciones. Pierde todas sus hojas en invierno (hoja caduca), pero antes de
caer, en otoño, ofrece un espectáculo de color rojo. Para los jazmines va muy
bien una terraza cubierta y un buen macetón. Necesitan sol y calor, pero el
pleno sol del verano puede ser demasiado fuerte para los Jazmines. En climas
suaves de costa se dan perfectamente las Buganvillas, Jazmines, Glicinias,
Pasionarias...
Las Trepadoras
aromáticas son: Rosal trepador, Jazmín, Madreselva... También existen algunas
especies de trepadoras que son anuales, es decir, viven un año y luego mueren.
Algunas de estas trepadoras son el ojo de poeta o las capuchinas. Las
trepadoras en macetas también es una recurrida opción y además aquí vivirán muy
bien, aunque si es cierto que las trepadoras situadas en macetas crecen menos
que las plantadas en tierra.
Caminos y otros adornos
Las plantas no es lo único que se
puede incorporar para diseñas un buen jardín, ya que hay otro muchos elementos
como por ejemplo las fuentes. En caso de tener un espacio más o menor grande
decantarnos por una fuente queda muy bonito, ya que es un elemento que da mucha
elegancia al hogar. Además, las hay de todos los tamaños, desde estrechas y
pequeñas hasta grandes y complejas.
Otra de las opciones es incluir un
estanque con peces, que da mucha alegría a la casa y además queda muy bello.
Pero con esto hay que tener cuidado, sobre todo en invierno con las heladas, ya
que al romper el hielo del estanque los peces pueden morir del susto.
Como máxima opción decorativa y
fusión se encuentra la rocalla, es decir, la agrupación de plantas, rocas y
otros elementos como agua, cascada, etc. Cuanto más natural quede el resultado
final más bonito será, por eso cuanto más espacio tengas más sencillo será de
conseguirlo. Pero si esto no ocurre así y el jardín es pequeño, es recomendable
hacer uso de un muro de cerramiento sólido al que se adosará la rocalla.
Plantar arbustos en la cima dará una impresión ilimitada o de límite vegetal. Pero antes de crear la rocalla debemos asegurarnos que su
subsuelo es permeable. Si éste es arenoso, no habrá problemas, pero si es
arcilloso, pueden existir problemas para las plantas que precisen terrenos
secos. Entonces tenemos que prever un sistema de drenaje.
Para crear correctamente la rocalla
primero hay que colocar las piedras grandes, ya que éstas serán la espina
dorsal del conjunto, y ya luego colocar las piedras de menor tamaño. Las rocas,
además, se tendrán que colocar en grupos irregulares y enterrarse un 2/3 de su
volumen para dar estabilidad.
Para llevar a cabo la plantación
habrá que esperar varias semanas después de la construcción de la rocalla, par
así asegurar la estabilidad de la tierra. Cuando se lleve a cabo la plantación
habrá que colocar las plantas en escalones sucesivos, armonizando los colores,
formas y épocas de floración. Como durante el primer año la rocalla parece
un poco desnuda, se puede rellenar con plantas anuales o bianuales de pequeño
tamaño, como el Antirrhinum enano, los Pensamientos, etc..
Por último, el jardín se puede
complementar con figuras, luces y cualquier elemento que se nos ocurra y queramos incluir. El mundo del jardín es
muy complejo y hay que estar seguro de querer tenerlo porque al ser un
organismo vivo necesita sus cuidados. Descubre el mundo del diseño natural y
fascina al mundo.
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