miércoles, 16 de marzo de 2011

DECORACIÓN: Paredes enteladas, un ambiente salpicado de colores


Las paredes son los grandes lienzos, los grandes protagonistas de la decoración en el interior de nuestras casas; cada habitación pide su personalidad, por eso es bueno que tengas en cuenta que cada sector de tu hogar puede transformarse en un ambiente interesante, vivo, moderno y único gracias a los detalles que te puedan aportar las nuevas tendencias de paredes enteladas.

Actualmente tenemos una amplia variedad de opciones disponibles para decorar esas cuatro paredes donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo. Las opciones pasan desde los grandes murales, los delicados vinilos, los cuadros-lienzos, las fotografías-pared, los paneles de tela o simplemente las telas, además de diversas otras tendencias en revestimiento de paredes. Pero la propuesta de este mes son precisamente las telas, se trata de decorar, de revestir con telas… Aunque parezca una idea difícil de imaginar, seguramente vas a poder lograr un ambiente muy interesante aplicando a tus paredes colores que te gusten.
La decoración de las paredes del hogar tiene múltiples posibilidades. Podemos usar papel tapiz, cuadros, vinilos decorados, fotografías, pintura, estucos, entre otras muchas, pero una opción económica y original son los paneles de tela, que, aunque no los recordemos, ya se usaban en las casas de nuestros abuelos, no en vano la moda siempre es un ir y venir, revivals, cambios y recuperaciones de estilo que la mayoría de las veces los marca el mercado, pero que debemos dirigirlos y asumirlos nosotros, si no queremos siempre danzar al son que tocan otros.
Llegado el momento de elegir nuestros paneles de tela deberemos primero optar por la tela que combine mejor con el resto de nuestra decoración. Tenemos una amplia gama de telas para elegir: la seda hindú es ideal para crear ambientes étnicos, aunque también podemos emplear telas de imitación. Las telas con motivos incaicos se acomodan muy bien a decoraciones eclécticas donde se combinan elementos clásicos con antigüedades u objetos primitivos. Otra opción está en los diseños estampados con motivos diversos, incluso los bordados, como los de tipo árabe que resultan muy lujosos. Si no contamos con el presupuesto adecuado para adquirir una pieza bonita de tela, también podemos recurrir a los patchwork, uniendo piezas de recortes de telas, restos que podemos conseguir en cualquier parte a un precio muy asequible y con un resultado final increíble.
Los paneles de tela nos sirven tanto para decorar espacios pequeños como espacios realmente amplios. Para su instalación no necesitamos más que un soporte que puede ser un bastidor como los que se emplean para los lienzos de los pintores, una plancha de madera liviana –triplay, trupan, nordex, etc.–, o un soporte confeccionado con dos barras de cortinas como los que se usan para los tapices. Si no contamos con ninguno de estos soportes, podemos utilizar sencillamente clavos para adosarlos a la pared o a la superficie que queramos decorar.
Estos paneles pueden utilizarse también como separadores de ambientes, logrando una separación visual que no ocupa espacio, incluso podemos dotarlos de un sistema de cuerdas para recogerlos en ciertas ocasiones, como si fuesen estores. Los paneles de tela nos brindan también la oportunidad de disimular defectos de alisado o roturas de asentamiento en las paredes, cambiándoles totalmente el aspecto. Una capa nueva de pintura siempre hará que tu casa se vea como nueva, es cierto, y dará un cambio total al aspecto de un lugar. De todas formas, hay veces que la pintura no cubre todo lo que queremos, incluyendo imperfecciones, o que no provoca el dramatismo que queremos lograr en una habitación. Puede incluso que si estás de alquiler y no puedes pintar a tu capricho o simplemente no quieres hacerlo porque lleva demasiado trabajo, entonces está claro que lo que tienes que considerar es usar telas para decorar paredes, que es siempre una buena manera de cambiar el aspecto de un espacio creando efectos únicos y acogedores, que, por otro lado, cuentas con diferentes sistemas de ejecución.
Si el caso es esconder grietas y demás defectos de pared, te servirán las telas para paredes porque esconderán todo. Simplemente necesitas una base para cortinas pero puesta en la pared, del largo suficiente, y hacer lo mismo que con una cortina, solo que en este caso crearás el efecto que quieres en la pared, tapando grietas, ventanas que no quieres que se vean, calentadores, etc. Incluso puedes crear patrones con telas estampadas. En decoración siempre se debe ser un poco atrevido en colores respetando la luminosidad.
También está el método de pegar la tela en la pared –esa moda causó furor en su momento a partir de mediados del siglo pasado– creando un diseño, que sería como un sustituto del papel tapiz, tapando solo una sección que quieres que se vea mejor. Puedes utilizar, por ejemplo, cuadros de distintos diseños de tela para dar un aspecto más divertido a la habitación. Con tela puedes decorar lo que te guste sin problema, y hay que ser creativo. En los dormitorios se usa bastante en las paredes. Como cabeceros de cama, los paneles de tela son ideales, pues decoran la habitación y brindan calidez al dormitorio sin gasto de espacio. Colocados detrás de un sofá brindan distinción a la sala vistiendo las paredes sin necesidad de grandes gastos. Las ventajas del uso de los paneles de tela son: no ocupan espacio, son muy fáciles de instalar, son económicos y podemos hacerlos nosotros mismos en casa.
Antes de decidirte por una tela, no olvides colores como el blanco, el marfil y el amarillo claro. Estas gamas cromáticas aportan luminosidad a cualquier ambiente. Por otra parte, hay que considerar que los tonos pastel combinan bien con las maderas claras, mientras que la madera oscura se combina con el tono burdeos, el albero, el teja y los verdes también oscuros. Desde hace unos cuantos años, una de las telas estrella de la decoración es la chenilla, acabada si queremos en liso, trabajada a rayas o con dibujos adasmascados. Su textura suave y cálida es la más recomendable para tapizar sofás, butacas y sillerías.

Ambientes especiales
Centrémonos ahora en el salón, la habitación más importante de los hogares y la que requiere más cambios visuales para que nos de una sensación de constante renovación. Te proponemos una serie de opciones visuales para que puedas elegir qué colores y estampados van bien entre sí, así como diferentes ideas para vestir con acierto las ventanas y coordinar las cortinas con los cojines del sofá.
El secreto del éxito de una combinación mezcla de rayas y estampados es elegir el mismo tono rojo, con telas modelo Arles para las cortinas, tela con flores Sablon y cojín de topitos Odisee.
Los cojines lisos en color teja se equilibran con los estampados con grandes flores y el fondo liso del sofá. La caída de la tela Acacia Multi nos sirvió para vestir la ventana de una manera actual y cálida, además de un par de cojines de este mismo tejido que contrastan con los Morgan Teja de Icíar de la Concha.
Una mezcla muy delicada y femenina son la mezcla de los estampados y lisos, en la que los tonos lisos son los mismos del estampado de las cortinas. Los cojines en este caso se han hecho en dos tonos diferentes con la tela modelo Oxford de Lienzo de los Gazules.
Y no menos femenino es la decoración en tonos pastel. La suavidad del color base se han suavizado con un pequeño toque rosa que se repite en los distintos estampados. La tela de las cortinas es del modelo Cumbria, y los cojines combinan el liso con el estampado floral.
La tela Alhambra de Ka utilizada en las cortinas y que se repite en los cojines tiene una fuerte personalidad de aires étnicos, por lo que para suavizar se combinó con una tela beige Catania en los cojines. Una persiana de lamas de Ikea tamiza la luz dando un sensación de paz al ambiente.
Flores y rayas combinan bien al utilizar las mismas gamas de color, proporcionando un juego de azules, junto a los toques de verde que alegran el espacio. En esa combinación entre Pepe Peñalver y Lienzo de los Gazules juegan un papel importante la tela Desdémona de las cortinas, combinando perfectamente con la Ralino para el cojín de rayas y el gris y el verde.

Sensación de calor y aislamiento
La opción de entelado es el sistema de revestimiento más práctico para solucionar los problemas acústicos, de grietas de las paredes, de alisamiento y crean en la mayoría de los casos ambientes cálidos, si es lo que buscamos, además de mantener su durabilidad entre ocho, quince o veinte años, dependiendo mucho de la calidad del género. Pero, sobre todo, debemos tener en cuenta que es un trabajo fácil, seco, limpio, rápido y artesanal, además de barato si lo hacemos nosotros mismos. Uno de los beneficios que obtendremos es la buena acústica al absorber toda clase de ruidos y sonidos y la sencillez de su mantenimiento, ya que es suficiente con aspirar una vez a la semana o cada quince días para extraer el polvillo que puede acumularse.
Nada mejor que los tejidos para realzar, y decorar una pared. Sólo el entelado ofrece la sensación de calor y aislamiento que a veces se busca para un cierto ambiente.
En cuanto al género ideal para realizar el entelado, los más adecuados son el algodón, los combinados con algodón y fibra sintética, lana con fibra de vidrio o los de cien por cien pura lana. En cambio, no conviene utilizar seda natural ni telas viscosas porque se corre el riesgo de que se deformen las telas al estirarlas. Lo esencial es que tengan cuerpo y caída. Casi todos los ambientes pueden tener alguna de sus paredes enteladas, aunque no conviene realizarlo en cocinas y baños.
En primer lugar, si quiere entelar necesitará dos cosas fundamentales: una grapadora, que permita fijar de manera rápida y cómoda todos los elementos del entelado a la pared y, en segundo lugar, un ayudante: es difícil manejarse uno solo con los grandes trozos de tela que hacen falta. Las grapadoras, y especialmente las que son clavadoras además, son unas herramientas muy versátiles, puesto que van a permitirle no sólo entelar, sino tapizar y efectuar numerosos pequeños trabajos de carpintería, evitando tener que jugarse los dedos al poner los clavitos pequeños de cabeza perdida.
El entelado se empieza fijando a la pared la gomaespuma o el muletón, que van debajo de la tela y le dan cuerpo. Hay que tener en cuenta en que se debe quitar a cada trozo 1,5 centímetros por cada lado para que en los bordes del entelado no se acumulen la tela –que va doblada ahí– y la gomaespuma. Para sujetar la gomaespuma o el muletón –que deben tener 12 centímetros de grueso, dependiendo de lo fuerte que sea la tela–, utilizaremos grapas cada 10 centímetros. No debemos tensar estos materiales, ya que se deforman fácilmente.
Una vez fijada la base del entelado, cortaremos el trozo de tela correspondiente al tamaño de la pared. Si tiene que hacer costuras, ábralas por detrás y plánchelas de modo que no se noten. Para fijar la tela se emplean en ciertos lugares las regletas, que son tiras de cartón de 1 a 2 centímetros de ancho y que sujetan la tela sin que se note que está clavada o grapada. En su lugar también pueden emplearse listones de madera muy delgados.
Grape en el borde de la tela que va a ir contra el techo, y por detrás, las regletas suficientes para cubrir toda la longitud. A continuación haga lo mismo en el borde por el que va a empezar. Para esta operación emplee una grapadora normal de oficina. Entonces, auxiliado por el ayudante, grape toda la tela y las regletas a lo largo del borde superior, para lo cual tendrá que meterse debajo de la tela. A continuación, para fijar el borde inicial, clave la regleta a través de la tela después de doblar ésta para que el borde quede bien rematado. Use clavos de cabeza perdida, finos, para que después sea posible, tirando de la tela con una aguja fuerte, pasar las cabezas a su través de modo que no se vean. Así queda sujeta la tela a un lado y por arriba. Ahueque el rodapié y meta el borde inferior de la tela por detrás, sujetándolo con grapas, que quedan tapadas al volver a poner el rodapié.
Al llegar a una esquina, grape la tela directamente lo más próximo al rincón que le sea posible y deje 3 centímetros de tela libre. Sobre ella empiece a entelar la nueva pared con el sistema de la regleta. Y para las puertas y ventanas, podemos emplear tres sistemas: grapar en el borde la tela y cubrir las grapas con un galón de tapicería pegado con cola, levantar la moldura bien de la puerta, bien de la ventana, grapar la tela y clavar de nuevo la moldura, con lo que se taparían las grapas; la tercera opción sería rematar junto al borde por el sistema de regleta de que hemos hablado más arriba, evitando así tener que desclavar las molduras.
Todo se consigue con paciencia y si somos un poco mañosos el mercado pone a nuestra disposición las herramientas para llevar a cabo esa empresa que está llena de satisfacciones personales una vez terminada. Sólo debemos tener en cuenta un hecho muy importante, que no tengamos humedades. Antes de comenzar a entelar, asegurémonos de que la pared no tiene humedades, porque un entelado con humedad es un desastre estético.

Guillermo Sansinenea

1 comentario:

  1. Me gusta mucho el entelado, pero pienso que es caro y yo que soy mayor no
    lo puedo hacer, ni tengo a nadie.

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