Los mercados de Navidad tienen su origen en
Alemania y vienen celebrándose desde el siglo XV, extendiéndose posteriormente
a otras partes de Europa como Austria, Francia, Bélgica y otros países de
Europa central y septentrional. Nada que ver con los celebrados en España, cuyo
principal mercado tiene lugar en la Plaza Mayor de Madrid. La Navidad en España
es una fiesta profundamente sentida por la población y arraigada en las
familias, en cuyas casas se reproducen año tras año escenas como el belén,
pesebre o nacimiento, los adornos y los árboles de Navidad, al tiempo que en
los mercados expenden frutas escarchadas, mazapán y otros dulces, junto a
flores, artesanías y velas…
Los mercados de Navidad son una tradición antigua que se ha venido
desarrollando en Europa central desde hace varios siglos, más concretamente,
desde la Edad Media. Sus orígenes están vinculados a la cultura y las
tradiciones de Alemania; de hecho, los primeros documentos escritos que dan fe
de la existencia de los mercados de Navidad son los documentos que se
relacionan con algunas de sus ciudades. El documento más antiguo que tenemos de
los mercados de Navidad se remonta al
siglo XV y se refiere a un mercado de Navidad en 1434 que tuvo lugar en la
ciudad alemana de Dresde. Alemania tiene una gran tradición y es aquí donde los
mercados de Navidad son verdaderamente auténticos y están plenamente integrados
en las tradiciones navideñas. Normalmente tienen lugar cada Adviento en cada
ciudad alemana grande o pequeña.
No menos de un centenar son los mercados de Navidad que se celebran en
Alemania a lo largo y ancho del país en época de Adviento. Un viaje a Alemania
en tiempo de Adviento permite ver y disfrutar de su verdadera atmósfera y
tradición. El mercado navideño más antiguo de Alemania, y del mundo, se puede
encontrar en Dresde, el famoso
Dresdner Striezelmarkt. El primer documento en el mundo que muestra las fechas
de un Mercado de Navidad es de 1434 y
cita a un Striezelmarkt –mercado de los ‘striezel’,
un dulce alemán– que se celebró en Dresde. El mercado actual, de un kilómetro
de largo, está lleno de los puestos de los mercados tradicionales, aunque en la
ciudad hay otros mercados, cada uno con su propia atmósfera e interés, como es
el caso en el casco antiguo de Loschwitz.
En la plaza donde tiene lugar el mercado de Wiesbaden, la
capital del estado de Hesse, conocida por sus aguas termales desde la época
romana, hay cuatro puertas decoradas con el escudo de armas de la ciudad y
cuenta con muchas atracciones para adultos y niños, como el pequeño tren que
gira en torno a un árbol de Navidad de 30 metros de altura, presidiendo un
belén de madera de tamaño natural.
A pocos kilometros de Dresde se puede ver el mercado de Meissen, famosa localidad por su porcelana exquisita y porque es
una joya de la arquitectura. El antiguo ayuntamiento se transforma en un enorme
calendario de Adviento y, para el deleite de los niños, Santa Claus acude los
domingos. La ciudad es una joya arquitectónica y conserva interesantes
edificios renacentistas a los pies de la colina del castillo.
Uno de los mercados de Navidad más antiguos de Alemania se desarrolla en
el hermoso centro histórico de Bautzen, centro de
la población de la cultura eslava de los sorbios. Es una ciudad de origen
medieval y aún hoy es conocida por ese tipo de arquitectura medieval y barroca,
hecha de muros, castillos, torres, iglesias y edificios antiguos.
Leipzig es, junto con Dresde, la ciudad más grande de Sajonia,
famosa por sus tradiciones musicales vinculadas a los nombres que la hicieron
famosa, grandes compositores, escritores y matemáticos como Bach, Wagner,
Nietzsche, Leibniz y Mendelssohn. Su mercado de Navidad se remonta a 1458, con
más de 250 puestos que llenan el precioso casco antiguo y es famoso por sus
delicias culinarias y los numerosos eventos que se organizan…, conciertos de
órgano en las iglesias, canciones tradicionales navideñas desde el balcón
central del antiguo ayuntamiento, espectáculos para niños, el bosque de los
cuentos…, recreando siempre los ambientes de los mercados medievales del
pasado. La ciudad se originó en esta época oscura de la Historia que es la Edad
Media y, ya, desde el siglo XII, fue sitio de importante mercado y desarrolló
su reputación como un gran centro cultural, fundando su universidad en el siglo
XV y llegando a ser uno de los centros culturales de mayor reputación en Europa
en la vanguardia de la investigación científica.
Dinkelsbühl, a mitad de camino entre Nuremberg y Stuttgart, todavía
conserva sus murallas y grandes torres de su época medieval y su catedral es
una obra maestra del gótico alemán del XV. Su mercado de Navidad ofrece al
visitante artículos de cerámica, juguetes de madera, hierbas y decoraciones,
además de su artesanía típica. La ciudad que fuera la residencia de los duques
de Brunswick, Wolfenbüttel, enriquecida por ellos con bellos edificios, celebra
su mercado desde hace más de 400 años en la plaza rodeada de chalets bellemente
decorados que la convierten en un hermoso y encantador pueblo de Navidad. Stade, antiguo pueblo de la Liga Hanseática —una federación comercial
y defensiva de las ciudades del norte de Alemania— a lo largo del río Elba
cuenta con muchos acontecimientos relacionados con el Adviento y un buen
programa siempre de música y diversión para los niños.
Con el inicio de la temporada de Navidad, Berlín está
lleno de los mercados de Navidad que, con más de cincuenta, ofrece de todo lo
imaginable para las compras de Navidad. Además, en Berlín hay innumerables
eventos organizados, conciertos, eventos culturales, luces y árboles de Navidad
en el paisaje invernal de la Potsdamer Platz, paseos en carruaje por las calles
de a ciudad decorada para la fiesta, así como restaurantes temáticos y vida
nocturna que complementan los mercados más hermosos e importantes d la capital.
Los tres más bellos son los que tienen lugar en Spandau,
donde puede contemplarse una hermosa escena de la natividad con animales vivos,
en Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche y en Gendarmenmarkt frente al
palacio de Charlottenburg-Wilmersdorf, donde podemos degustar delicioas delicias
culinarias creadas por los mejores chefs internacionales. Para los visitantes
de Berlín son sin duda dignos de ver los mercados de Potsdam, ciudad sede del Palacio Sanssouci del siglo XVIII, una
obra maestra de la época. La ciudad imperial de Potsdam se encuentra a las
afueras de Berlín y puede ser una interesante excursión para quienes visitan la
capital alemana. Los palacios y parques reales de Potsdam son Patrimonio de la
Humanidad y la ciudad cuenta con cinco diferentes mercados: el Blauer, que cuenta con tiendas, cafeterías y restaurantes
además de una pista de patinaje sobre hielo al aire libre; el Krongut Bornstedt, la antigua residencia imperial de la campaña de Prusia,
construida a semejanza de una aldea agrícola italiana, es sede del mercado de Navidad
con carácter histórico; el mercado Bohemio, el de San Nicolás dedicado a Santa Claus, y el de Sternmarrk, que se celebra en el complejo histórico de la Corte
Kutschstall sobre la plaza Neuer Markt, en donde se presentan obras de la
artesanía polaca y especialidades polacas.
En Baviera, el mercado de Nuremberg, el
Nuremberg Christkindlesmarkt es uno de los más populares y más grandes de
Alemania. El mercado de Navidad del Niño Jesús de Núremberg abre sus puestos en
la Hauptmark del casco antiguo donde podemos sumergirnos en el ambiente
medieval entre aromas especiados de pan de jengibre, vino caliente y salchichas
a la parrilla. En Munich, además del
famoso mercado de Navidad alrededor de Marienplatz, todos los barrios tienen su
mercado con su propia atmósfera especial y las ofertas especiales. El mercado
principal cuenta con una tradición que se remonta a 1642. Todos los días hay
música en vivo que resuena desde el balcón del Ayuntamiento. Otro de los
atractivos de Munich es la feria de pesebres, probablemente la más grande de
Alemania.
La ciudad de Bad Tölz, situada a
660 metros de altura es un destino turístico muy popular en Baviera y su
mercado navideño le da un carácter especial de navidades blancas. Garmisch-Partenkirchen, destino turístico famoso en los Alpes bávaros cuenta
con un extenso programa para niños con canciones, cuentos de hadas y Santa
Claus durante el periodo del mercado de Navidad. En este ambiente alpino
maravilloso ambas ciudades han convivido como una única ciudad administrativa
solo durante la época nazi. Originariamente fueron ciudades separadas;
Partenkirchen se originó durante el Imperio Romano, cuando se levantó la ciudad
de Partanum, mientras que Garmisch surgió en la Edad Media, alrededor del siglo
IX.
Para descubrir, quitarse el sombrero y detenerse son los mercados de los
pequeños pueblos históricos. Friburgo, situada
cerca de la frontera con Francia y no lejos de Suiza, tiene encanto, casi a
medio camino entre Estrasburgo y Basilea, y está situada en el centro de una de
las zonas vinícolas más importantes de Alemania. El mercado de Navidad de
Friburgo en Brisgovia es un evento clásico de Navidad en esta región de
Alemania. Se ubica a pocos pasos de la plaza de la catedral. Gran parte del
mercado está dedicado a productos navideños y artesanales, donde se pueden
encontrar juguetes y objetos de madera, marionetas y peluches, adornos
navideños, belenes, bufandas y sombreros, cerámica y vidrio, cascanueces y
velas… Muy atractivos son los mercados de Schwäbisch Hall, ciudad que se hizo rica y famosa por sus salinas; en el
siglo XII el emperador Federico I Barbarroja fundó la casa de moneda imperial,
acuñando los Häller, en ese momento, monedas válidas en toda Europa. Su mercado
de Navidad es famoso por el chocolate, del que se puede degustar de todo tipo y
clase. Y es también famoso el mercado medieval de Navidad de Bad Wipfen,
mientras que la pequeña ciudad de Gengenbach, en el
borde occidental de la Selva Negra, es un popular destino turístico de
Baden-Württemberg y es conocida por el calendario de Adviento más grande del
mundo; el calendario está representado por 24 ventanas del antiguo ayuntamiento
y todos los días, a partir del 30 de noviembre, a las 18:00 se abre una ventana
en el calendario.
En Baviera se encuentra el romántico Mercado de Navidad de Nördlingen im Ries, hermoso país con una muralla medieval intacta, como fue
en la Edad Media, y todavía viable en sus trincheras. Actualmente es uno de los
principales destinos para quienes emprenden la ‘ruta romántica’ en Baviera y
cuenta con uno de los mercados más bellos. Durante el Adviento la antigua
ciudad se llena de puestos a lo largo de su zona peatonal, pero el centro del
mercado es la plaza donde se queda uno cautivado no solo con sus puestos decorados,
sino también con los productos de alta calidad expuestos por artesanos y
comerciantes. Hay, por doquier, un delicioso aroma del vino caliente y sus
luces dotan a la ciudad de un fantástico aspecto encantador.
En el corazón de Bamberga se
configuran dos mercados: el de Navidad clásico y el de Navidad medieval, más
contemporáneo, en el marco encantador de la antigua corte. La famosa calle de
los pesebres es uno de los principales lugares de interés. También de Baviera
está Rothenburg
ob der Tauber, la joya de la arquitectura medieval;
conserva casi intacto su aspecto medieval, rodeado de murallas y
fortificaciones y es lugar de un mercado de Adviento pequeño pero encantador,
especial y hermoso. Data del siglo XV y por lo tanto es uno de los más antiguos
de Alemania en donde se puede disfrutar de una taza de Glühwein tradicional, un
vino caliente típico de la tradición de la Navidad en Alemania.
En Hesse, cerca de Frankfurt, existen
mercados famosos que vale la pena visitar, como el mercado de Navidad de Michelstadt im
Odenwald, otro precioso pueblo medieval. Durante días
en el centro de Frankfurt suenan cincuenta campanas en diez iglesias, que
ayudan a crear un ambiente de fiesta. Es una de las mayores ciudades de
Alemania, centro estradal y financiero entre lo más importante de Europa, lleno
de museos y atracciones; pese a que la ciudad tiene un aspecto decididamente
moderno dados los fuertes bombardeos a que fue sometida; su centro histórico ha
sido parcialmente reconstruido, y cuenta con la plaza del Römerberg, donde
están el antiguo ayuntamiento y la iglesia de San Nicolás, y también la casa de
Goethe.
No muy lejos de aquí se encuentra el mercado de Navidad de las Naciones,
en Rüdesheim
am Rhein, un pintoresco pueblo en el valle del Rin,
al oeste de Wiesbaden, famoso por sus viñedos y su peculiar casco antiguo que
lo han convertido en uno de los destinos más visitados de la región de
Rheingau. Toda la zona alrededor de Rüdesheim es parte del Patrimonio de la
Humanidad, como Alto Valle del Medio Rin –la Garganta del Rin, entre Coblenza y
Bingen–. Este mercado tiene como principal atractivo sus puestos con productos
de 12 países diferentes del mundo, mostrandolos junto a sus artesanías y sus
tradiciones navideñas. Cuenta con el belén más grande de Europa, creado en la
Plaza del Mercado con figuras de tamaño natural.
Entre los más bellos en el sur-oeste de Alemania, se encuentra el
mercado de Navidad en Sankt Wendel, en el
Sarre, especializado en artesanía y donde todas las tardes pasa la caravana de
los Reyes Magos. En Renania-Palatinado se encuentran los mercados de Cochem, un pequeño pueblo histórico dominado por el fuerte
histórico de Reichsburg —espectacular castillo imperial que data del siglo
XII—, que se encuentra en un bucle a lo largo del Mosela, en un bello paisaje
de viñedos y bosques. El casco antiguo de Cochem es una sucesión de pintorescos
callejones, calles y plazas a las que asoman hermosas casas de entramado de
madera y barrocas a las que rodean restos de la muralla mediaval, de la que
quedan, sin embargo, tres puertas. Y Deidesheim, un pequeño pueblo de menos de 4.000 habitantes, situado
en una de las zonas de vinos más importantes de Alemania, además de ser un
importante enclave turístico de Renania-Palatinado gracias a la belleza de su
pequeño centro histórico y sus famosos vinos. La ciudad se originó en la Edad
Media cuando se contruyó una iglesia y un castillo, la primera, gótica; el
castillo, del siglo XIII. Su mercado de Navidad es de lo más completo por las
propuestas de los artesanos locales con cerámica, madera y vidrio, así como
propuestas más modercas de joyería y ropa.
Hamburgo, la segunda ciudad más grande de Alemania; una ciudad
vibrante y moderna con una arquitectura interesante y muchas atracciones,
además de que es el lugar de siete diferentes mercados de Navidad. En el sur de
Hamburgo, el más intrigante es el mercado de Luneburgo con sus ‘lámparas de
sal’, mientras que al oeste de Hamburgo es la ciudad de Stade, antiguo puerto, que una vez rivalizara con Hamburgo,
con un encantador mercado de Navidad. Mientras, cerca de Hannover, en Baja
Sajonia, nos encontramos con el mercado de Navidad de Hamelin, la ciudad del flautista del cuento que le dio nombre,
situada a orillas del río Wesser, que es uno de los mercadosmás atractivos en
el norte de Alemania. La ciudad es conocida por ser el centro más famoso de la
corriente artística del Renacimiento Wesser, una forma de arte fundada en el
siglo XVI y XVII que había apoyado el Renacimiento italiano. El casco antiguo
de Hamelin contiene bellos ejemplos de este estilo artístico particular. Todo
contribuye a que el mercado de Navidad, situado en el pintoresco paisaje del
casco antiguo, sea uno de los más bellos y atractivos del norte de Alemania. Una
parte está dedicado al antiguo oficio de los artesanos, mientras que otra se
dedica a las decoraciones de Navidad y a los juguetes para los más pequeños. Y
el de Celle, ciudad con un precioso casco antiguo que supone una
fiesta para los ojos formado por más de 500 antiguas casas de madera y que se
mantuvo prácticamente intacto incluso después de la Segunda Guerra Mundial.
Entre Hannover y la frontera holandesa podemos contemplar el mercado de Osnabrück, una ciudad de la Baja Sajonia desarrollada en la Edad
Media como la residencia del obispo y el asiento de un importante mercado.
Carlomagno fundó allí una de las más antiguas escuelas-gimnasio, el Carolinum,
parte de cuyas paredes y torres pueden verse aún hoy. A pocos kilómetros al
norte de Osnabrück, hay un museo dedicado a la batalla de Teutoburgo, que tuvo
lugar aquí en el año 9 d.C., cuando las tribus germánicas dirigidas por Arminio
derrotaron a las legiones romanas, parando su avance en el bosque alemán. Y, entre Hannover y Magdeburg, nos encontramos con el de
la pequeña localidad de Wolfenbüttel, a lo largo
del río Oker. Esta ciudad fue, entre los siglos XV y XVIII, residencia de los
duques de Brunswick que enriquecieron la ciudad de bellos edificios, incluyendo
un impresionante castillo renacentista-barroco, y tiene una de las bibliotecas
históricas más importantes de Alemania, la Biblioteca Augusta, fundada en el
siglo XVI. Su mercado de Navidad se celebra desde hace más de 400 años en
Stadtmarrkt, la plaza del mercado. Es un espectáculo ideal para los niños que
pueden encontrar personajes de cuentos como Hansel
y Gretel, Caperucita Roja, o
elfos, además de juegos y diversiones.
Uno de los mayores mercados de Alemania se encuentra en Dortmund, la principal ciudad de la cuenca del Ruhr, en Renania
del Norte-Westfalia. Es una de las ciudades industriales más importantes,
conocida como la metrópoli verde de Westfalia, con sus espacios verdes, parques
y arroyos, y sus iglesias son joyas de la arquitectura medieval. Dortmund
cuenta con el mayor árbol de Navidad de Alemania, con 45 metros de altura y una
iluminación de 40.000 bombillas.El mercado llena nueve plazas del centro de la
ciudad. También en Renania del Norte-Westfalia está la ciudad medieval de Soest, caracterizada por palacios e iglesias construidas en la
piedra arenisca verde típica y viejas casas de madera que forman un entorno
hermoso para el mercado de Navidad. Ofrece un buen espectáculo inmerso en el
ambiente festivo y animado por música y canciones y podemos encontrar todo tipo
de objetos y artesanías típicas de Westfalia y muchas propuestas de la cocina
local, incluyendo la famosa sopa de Westfalia hecha con jamón, cerveza y pan de
centeno.
Si eres amante del arte, es necesario hacer una visita obligada a alguna
de las hermosas ciudades alemanas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco: En Baviera no podemos perdernos los mercados en Bamberg y Regensburg
(Ratisbona). Bamberg, ciudad del obispo tiene un casco antiguo encantador que
se encuentra sobre siete colinas y es famosa no solo por el mercado de Navidad
sino también por su calle de las cunas. Ratisbona,
situada entre Múnich y Núremberg, conocida por su arquitectura medieval, es uno
de los mejor conservados pueblos medievales en Alemania y cuenta con tres buenos
mercado de Navidad instalados en Neupfarrplatz. El más tradicional es el del
Niño Jesús; los otros dos son el mercado de artesanía artística y el Mercado de
Navidad romántico que tiene lugar en el interior del castillo de Thurn und
Taxis. Aquí lo importante para el paladar es degustar las salchichas de
Baviera, las almendras tostadas y las castañas. También en Baviera se encuentra
la ciudad de Würzburg con su
majestuoso Würzvurger Residenz, un magnífico palacio barroco del siglo XVIII y
rodeado de hermosos jardines, que además del clásico mercado de Navidad en el
casco antiguo, también tiene un buen mercado de Navidad medieval en el
escenario de la fortaleza Marienberg. Es una ciudad muy interesante en el norte
de Baviera llena de atracciones para los turistas y es el destino final de una
de las rutas turísticas más bellas de Alemania, la ‘ruta romántica’ que
atraviesa la mayor parte de Baviera
En Renania-Palatinado son dignos de ver los mercados de Tréveris, una antigua ciudad con restos romanos importantes, como
el anfiteatro, los baños Bárbara e Imperiales, la Basílica de Constantino, la
Porta Nigra, el puente romano o el mausoleo de Igel… El mercado de Navidad
tiene lugar en la medieval Hauptmarkt y antes de la impresionante catedral de
Tréveris, 95 chalets de madera traen el espíritu de Navidad a la ciudad más
antigua de Alemania. El mercado está lleno de decoraciones de Navidad, juguetes
de madera, velas, cerámica pintada, salchichas asadas, dulces, las tortitas de
patata o el vino caliente con especias, en tanto que los niños se organizan
entre espectáculos de marionetas, orquestas y coros. Espira, la ciudad fundada por los romanos a lo largo del Rin,
como Noviomagus, llegó a ser importante en la época medieval con su catedral
románica del siglo XI y, durante 300 años, ha sido el lugar de enterramiento de
los emperadores alemanes del Sacro Imperio Romano. Su mercado de Navidad cuenta
con numerosos puestos dedicados a la cocina alemana, a artículos tradicionales
y artesanías propias de la región, siendo muy interesante y curioso la graciosa
pastelería de los niños.
En Renania del Norte-Westfalia son mercados muy agradables los de Aquisgrán, la capital del Sacro Imperio Romano. Entre los
edificios históricos el más conocido es la catedral de Aachen, construida a
partir de la época de Carlomagno que a finales del siglo VIII había construido
la capilla Palatina, el primer núcleo de la catedral. En épocas posteriores, el
edificio fue ampliado y ahora es una mezcla de estilos que representan las
épocas de adiciones sucesivas. Entre 936 y 1531 la gran catedral fue escenario
de la coronación de más de 30 reyes alemanes, además de ser el lugar de
enterramiento de Carlomagno. Entre otras cosas para visitar dentro de la
catedral está el famoso Tesoro de la Catedral de Aquisgrán, que conserva piezas
únicas de arte sacro que van desde la antigüedad hasta la época carolingea de
los últimos tiempos, entre las que destacan: la ‘Cruz de Lotario’, el ‘busto de
Carlomagno’ y el ‘sarcófago de Persephone’… Establecido entre la Plaza del
Mercado y el Ayuntamiento, este mercado encantador está lleno de puestos, luces
y música donde se puede disfrutar de vino caliente, pan de jengibre de
Aquisgrán, tortas de Navidad como el Spekulatius
y el marzipanbrote o mazapán, además de otras especialidades culinarias
alemanas. Y los de Colonia, con su
famosa catedral en donde reposan las reliquias de los Reyes Magos, una obra
maestra de la arquitectura gótica y medieval, que cuenta con siete mercados de
Navidad. En gran parte destruida durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad
fue reconstruida según el viejo esquema cuando se convirtió en una de las
ciudades más importantes del Sacro Imperio Romano Germánico.
Quedlinburg, es uno de los mejor conservados pueblos medievales de
Alemania que le ha valido ser merecedor de ciudad Patrimonio de la Humanidad,
con cientos de antiguas casas de madera. Está situada en Sajonia-Anhalt y acoge
un hermoso mercado navideño, como el también afamado mercado de Naumburg
(Saale). En Turinga, la ciudad
de Weimar, un importante centro cultural en el siglo XVIII y XIX, tiene un
hermoso mercado navideño, pero el más grande y conocido de Turinga es el
mercado navideño de Erfurt, la capital del estado.
En Baja Sajonia se encuentra la hermosa ciudad histórica de Goslar, la antigua ciudad real de los emperadores del Sacro
Imperio Romano, con la arquitectura medieval bien integrada en el ambiente del
mercado de Navidad, que rodea al palacio imperial románico que data del siglo
IX. La ciudad es el hogar de muchas iglesias con torres que crean una atmósfera
especial por estas fechas y a poca distancia de la plaza del mercado podemos
contemplar el bosque de la Navidad, un espacio con docenas de árboles
iluminados por las luces navideñas... Aunque no cerca de Goslar no debemos
perdernos una visita a la mina Rammelsberg, donde se extraen grandes cantidades
de plata y cobre y forma parte del patrimonio de la Unesco. También en Baja
Sajonia se encuentra la ciudad de Hildesheim, cerca de
Hanover, que también tiene edificios que datan de la Edad Media y el Sacro
Imperio Romano y cuenta con un buen mercado en la pintoresca plaza del mercado.
Tanto la plaza como el centro histórico están decoradas festivamente con
puestos que transforman Hildesheim en una ciudad de Navidad y es un espectáculo
de luces y decoraciones.
En el norte de Alemania, en Bremen, la ciudad
Libre Hanseática, a orillas del río Weser, que alguna vez fue el puerto más
importante del país, es hoy famosa por su casco antiguo y sugerente donde se
encuentra su edificio más hermoso: el ayuntamiento, ricamente decorado. En esa
plaza, presidida por la estatua de Rolando, se lleva a cabo el precioso mercado
de Navidad, considerado como uno de los más bellos de Alemania. Quienes lo
visitan quedan seducidos por los más de 170 stands
decorados con los tradicionales adornos de Navidad. Un mercado histórico con
ambiente marítimo y que los amantes de la música pueden disfrutar del concierto
de Adviento y de los conciertos de órgano que se llevan a cabo en las iglesias.
A lo largo de la costa del norte de Alemania, a orillas del mar Báltico
son, sin duda, dignas de visitar las tres ciudades de Lübeck, Stralsund y Wismar, los tres principales puertos de la Liga Hanseática.
Lübeck, Schleswig-Holstein, fue una de las ciudades más importantes de la Liga
y todavía conserva muchos rasgos de su esplendoroso pasado, con un hermoso
centro histórico que alberga el mercado de Navidad del que se tiene noticia ya
desde el siglo XVII, con espectáculos, canciones y otros eventos propios de la
Navidad. No es solo uno, sino siete, los mercados que podemos encontrar en
Lübeck: en Koberg y en el Markt, este mercado convierte la plaza Mayor y adyacentes en
el principal mercado de la ciudad con muchos chalets de madera y numerosos
artículos de Navidad, así como productos alimenticios de Alemania. En la zona
peatonal del centro se celebra el de Breite Strabe, el Medieval, dedicado a
antiguos oficios, se lleva a cabo en la atmósfera de la iglesia de St. Marien.
El bosque de las Hadas, también junto a la iglesia, revive cada Navidad los
cuentos de Blancanieves y los siete
enanitos, la Bella Durmiente en el
bosque y otros cuentos conocidos de los hermanos Grimm. El mercado del antiguo
Hospital de Espíritu Santo, en Koberg,
es el mercado de las Artes y oficios y el dinero obtenido se dedica a la
caridad; este mercado se ubica en un edificio medieval con frescos, y hay
puestos de venta de artesanías, cerámica, madera, vidrio, lana de seda y cuero,
muñecas y animales de peluche. También hay un mercado de objetos hechos a mano
en el norte de Europa y se expone en el interior de la iglesia de St. Petri, en
Schmiedestrabe, donde se ofrecen productos artesanales de los países de
Escandinavia y el norte de Alemania, como la cerámica, tallas de madera, arte
textil, joyería, cristal, ámbar, tejidos y otras obras de lana. El último de
los mercados de Lübeck se establece en el café Niederegger y se dedica al
mazapán, del que se puede encontrar todo tipo de variedades y formas.
Wismar, que se encuentra en el Mar Báltico, no lejos de Lübeck,
es famosa por sus hermosos edificios de estilo gótico, con vistas de la gran
plaza donde se lleva a cabo el mercado de Navidad. La ciudad de Stralsund, completa el tríptico de las ciudades hanseáticas en el
Báltico que son Patrimonio de la Humanidad y se caracteriza por hermosos
edificios medievales y durante la Navidad ofrece a sus visitantes un hermoso
mercado que se extiende entre sus dos principales plazas: el Alter Markt y el
Neuer Markt. Típicamente danés es también el mercado de Navidad en Flensburg… Y así, seguiríamos enunciando mercados tras mercados de
ciudad en ciudad casi sin fin. En Alemania, un aparte entre los mercados de
Navidad europeos, no hay ciudad o pueblo, por pequeño que sea, que no homenajee
a la Navidad con un mercado cuyos orígenes se remontan a la antigua oscuridad
medieval. Muchos otros mercados de Navidad se encuentran en las ciudades
alemanas que vale la pena visitar durante la Navidad. Aquí solo se ha hablado
de unos pocos, quizá los mejores… Otro año tocará viajar por los otros mercados
europeos, por otras ciudades, con otros orígenes, pero con un mismo fn: la
Navidad
José-Luis
Blanco y Quiñones
No hay comentarios:
Publicar un comentario